Tomar la decisión de estudiar en el extranjero puede ser verdaderamente difícil, aunque también se convierte en una oportunidad fabulosa para conocer mundo, conocer otras personas, nuevos idiomas y adquirir cierta experiencia. Es una forma de crecer y madurar, y a pesar de que dar el paso puede ser complicado, si estás pensando hacerlo el próximo curso, quizá te ayude a tomar la decisión conocer cuál es el coste de estudiar en otro país, en especial si optas por la Unión Europea. Toma nota.
Se tiene la creencia, como ya te hemos comentado de hecho en la introducción de esta nota, que estudiar en el extranjero es verdaderamente positivo. Y aunque es cierto que es una opción interesante, sobre todo para quien pueda permitírselo, la realidad es que pasar todo un curso estudiando fuera de casa puede suponer no solo un gran sacrificio emocional, sino también económico.
Las becas, es cierto, se pueden convertir en una herramienta fundamental de ayuda. Pero, ¿y cuándo no es posible acceder a ellas?. El coste puede ser muy elevado, en especial para aquellos alumnos que no trabajan, y que deben recibir la ayuda de sus padres. Aunque es una experiencia útil no solo a nivel académico, sino especialmente a nivel personal.
Por todo ello, el estudiante debe tener clara una cosa: estudiar en el extranjero, independientemente de cuál sea el país, debe ser entendida como una enorme inversión. Una inversión que supone costear todos los gastos relacionados (no solo estudios, sino alojamiento, manutención, libros y material…), pero que luego puede merecer la pena por los beneficios que se obtienen.
En lo que se refiere al presupuesto, no solo es necesario tener en cuenta lo que cuestan los estudios: matrícula, libros… En especial cuando estudiamos fuera de casa, también debemos tener en cuenta otros gastos, relacionados con la alimentación, el transporte, el alojamiento y la comida.
¿La clave? Hacer números primer en casa, y luego compararlo en le extranjero, para comprobar si finalmente el gasto es mayor, o no.
Por este motivo, como manifiestan muchos expertos, ofrecer un dato exacto respecto a lo que cuesta estudiar un curso entero en otro país es ciertamente complicado, ya que muchísimos factores influyen en ello. Por lo general, es cierto, es considerado como una experiencia sumamente cara, aunque sí es posible establecer algunas aproximaciones…
Todo depende del país al que vayamos a estudiar. Por ejemplo, si piensas estudiar en una universidad en Inglaterra, se estima que el coste de matrícula puede variar entre los 18.342 euros y los 37601 euros. Mientras que el coste de la vida se estima entre 7.336 y 17.425 euros. En este país se estima que las tasas de matrícula de grado para los estudiantes internacionales se sitúan, por lo general, en torno a los 22.928 euros por curso académico.
Podemos poner algunos ejemplos sencillos:
- Universidad de Oxford y Universidad de Edimburgo: las tasas académicas oscilan entre los 18.342 euros y los 37601 euros. Aunque este coste dependerá de las asignaturas. Por ejemplo, las asignaturas de ciencias suelen ser, por lo general, algo más caras.
- London School of Economics: la tasa se sitúa en unos 22.000 euros al año, matriculándose en todas las asignaturas.
Por otro lado, los estudios en el Reino Unido, en comparación con otros países, suelen ser algo más cortos, por lo que se puede producir una reducción de costes interesante.
¿Lo mejor? Intentar optar por una beca para subvencionar las tasas universitarias. Por ejemplo, si decides estudiar en el extranjero, puede ser posible que obtengas una beca de subsistencia de tu país de origen, pudiendo disfrutarla durante un tiempo limitado.
Por ello lo más habitual es informarte antes de dar el paso, ya que puede ser perfectamente posible que tengas derecho a percibir una beca o una ayuda al momento de estudiar fuera de casa, en otro país de la Unión Europea. Así, si esta beca o ayuda cubre las tasas de matrícula, solo tendrás que preocuparte de costear los gastos relacionados con el día a día: manutención (comida), alojamiento y transporte.
Como vemos, la clave está en asegurarnos antes del coste aproximado de lo que supondrían los estudios -en caso de no poder tener acceso a una beca o a ayudas públicas-, y luego cuáles serían los gastos aproximados de elementos tan importantes como el alojamiento y la comida.
