Si tienes un hijo ya te has dado cuenta de lo que supone en cuanto a gastos económicos, especialmente -y sobre todo- cuando llega el comienzo del cole o de la guardería. Por suerte, los conocidos como cheques guardería son una alternativa para poder ahorrar un poco cada mes, convirtiéndose a su vez en una opción excelente para que las empresas puedan retribuir y motivar a sus empleados. ¿Qué es y en qué consiste? ¿Qué ventajas ofrece y qué supone en la presentación de la Renta?.
¿En qué consiste los cheques guardería?
Básicamente podríamos definir al cheque guardería como el pago de la guardería por parte de la empresa o compañía para la cual trabajamos. Puede consistir, en la práctica, en una transferencia bancaria que realiza la empresa a la guardería, o bien en una especie de cheque virtual.
También es posible que se trate de una retribución a mayores, aunque en la mayoría de las ocasiones lo más común es que sea la empresa quien pueda realizar el pago, para luego descontárselo al trabajador de su salario bruto. Si es así, es probable que te preguntes qué beneficio ofrece al empleado, sobre todo en aquellos casos en los que se le descuenta del salario.
¿Qué ventajas ofrece el cheque guardería?
Si el cheque guardería se descuenta del importe del salario bruto del empleado, el importe que éste deja de cobrar en su nómina es en realidad menor al dinero que se paga finalmente a la guardería. Pongamos un sencillo ejemplo: cobras 1.300 euros al mes, y pagas 300 euros de guardería. Te quedarían 1.000 euros, una vez abonas la mensualidad del centro educativo.
Pero si el pago se instrumenta a través de esta modalidad, la empresa te descontará esos 300 euros del salario bruto sin tener en consideración la retención del IRPF. Así, si tu retención fuera del 15%, te estarías ahorrando alrededor de 45 euros, por lo que cobrarás 1.045 euros, lo que significa que dispondrás de un poco más de dinero cada mes.
Además, no debemos olvidarnos de algo aún más interesante: los cheques guardería están exentos del IRPF, mientras que la cotización a la Seguridad Social igualmente tampoco se ve afectada, aunque este dinero cotiza íntegramente, por lo que se tiene en cuenta de cara a la jubilación o en definitiva a cualquier otro tipo de prestación.
Sigamos con el ejemplo anterior. Pongamos que tienes un hijo, y un salario bruto de 25.000 euros al año. Tu retención será de 3.065 euros al año. Si pagas 300 euros al mes de guardería, el total anual alcanzará los 3.600 euros. Si este dinero se abona a través del sistema del cheque guardería, de forma fiscal es como si cobrases 21.400 euros brutos, en lugar de los 25.000 euros originales, por lo que tu retención se reduciría, pudiendo ahorrarte entre 700 a 900 euros aproximadamente (lo que supondría dos o tres meses de guardería, que es como si te salieran “gratis”).
Pero sus beneficios no acaban aquí. El cheque guardería puede ofrecer al empleado contar con una mayor posibilidad a la hora de conciliar la vida familiar y laboral, por lo que estarás posiblemente más motivado y feliz.
¿Cómo puedes beneficiarte del cheque guardería?
En primer lugar debes asegurarte de que tu empresa disponga de este sistema de retribución. Si no dispone de él, puedes solicitar su implantación al departamento que corresponda, ya que en realidad se convierte en un beneficio no solo para el empleado, sino también para la propia empresa (dado que no supone un coste adicional en lo que al salario abonado se refiere), en especial porque la compañía puede desgravarse hasta el 100% del importe del cheque en el momento en el que tenga que liquidar el Impuesto de Sociedades (IS).
Como vemos, se trata de una medida muy útil no solo para los padres y empleados, sino en definitiva también para la empresa, ya que el trabajador prácticamente no notará de su bolsillo el pago de la guardería, y la compañía podrá deducirse ese gasto como si de una parte del sueldo más se tratarse.