Cuando nos planteamos estudiar en la Universidad, o por ejemplo se lo plantean nuestros hijos, existe la posibilidad de estudiar fuera de casa, ya sea por obligación (porque en la Universidad que tenemos cerca, quizá, no tenga la oferta de estudios que deseamos seguir), o porque preferimos disfrutar de esta experiencia. Ya sea de una u otra forma, estudiar fuera supone un enorme coste, no solo el de matriculación en sí misma, sino también el de traslado, alojamiento y comida. ¿Cuál es el coste real de estudiar fuera de casa?.
Aunque ya se haya producido el inicio del curso escolar, aún existen algunos rezagados que puedan estar planteándose la posibilidad de cambiar de estudios, o comenzar unos nuevos fuera de casa.
Si piensas estudiar fuera, especialmente para el próximo curso (ya que tendrás bastante tiempo a la hora de planificarte y organizarte con fundamento), debes saber que la vida lejos de casa supone un gasto elevado. Aunque, es cierto que, tal y como opinan la mayoría de expertos, se trataría de una inversión que suele verse recompensada a largo plazo, sobre todo si los estudios se terminan y el estudiante consigue aprobar los exámenes y sacarse el título.
Para muchas familias, salir de casa con el fin de formarse a kilómetros de distancia siempre supone un incremento de gastos importante. Y es que no solo supone el pago de la matrícula (común y habitual tanto si estudias cerca de casa como lejos), también se debe sumar el alquiler del piso, las facturas de consumo relacionadas con la vivienda, los viajes de ida y vuelta, la manutención y los propios manuales de estudio.
Las ayudas del Estado en forma de subvenciones, es cierto, pueden ser de ayuda a la hora de hacer frente a esta situación. No obstante, cada vez tienden a ser más escasas. Así, se estima que, en promedio, el gasto medio de lo que supone estudiar fuera de casa oscila entre los 350 a 450 euros mensuales. Eso sí, esta cifra no tiene el cuenta el desembolso inicial que comprende el pago de la matrícula, y que se suele situar entre los 700 a 1.200 euros, dependiendo de la carrera a estudiar y del número de créditos de los que el estudiante se matricula.
Hace 10 años el gasto medio se situaba en unos 5.300 euros por curso, el equivalente a unos 440 euros mensuales. Como vemos, las cifras no han variado mucho, a pesar de que el precio del alquiler se ha incrementado enormemente, lo que hace que el coste por el alojamiento sea en estos momentos mayor a como lo era entonces.
¿Dónde alojarse?
A la hora del alojamiento es cierto que existen diferentes opciones. Aunque muchos estudiantes se plantean la posibilidad de alquilar un piso de forma individual, con el incremento que han sufrido los precios del alquiler en el último año, es evidente que hoy día se puede convertir en una tarea ardua y difícil. Por tanto, en la mayoría de las ocasiones se opta por la posibilidad de compartir piso, en muchos casos con otros estudiantes.
También existe otra opción: las residencias estudiantiles, aunque también suelen excederse muchísimo. No obstante, su coste dependerá del propio establecimiento en sí, así como de las condiciones que tenga.
Los pisos compartidos, sin embargo, destacan por algo más simple: suelen ser más económicos, en comparación con los pisos de alquiler individual o las residencias de estudiantes.
Eso sí, optar por los pisos compartidos puede suponer un problema, especialmente si no conocemos a la persona con quien compartiremos la vivienda. Puede ser un grupo de estudiantes, o cualquier otra persona que tenga un anuncio para compartir piso. ¿Lo mejor? Optar por viajar con más compañeros que conozcas, y alquilar la misma vivienda si es posible. Al menos conocerás con quien vivirás durante los meses que dure el curso…
Acceso a Becas y ayudas
Acceder a las ayudas a la educación y las becas que ofrecen diferentes instituciones es una opción útil a la hora de ahorrar costes, aunque acceder a ellas vendrá determinado por el nivel de renta que tenga el estudiante y/o su familia, así como por el patrimonio. De ahí que existan varios tramos.