Si estás pensando en prepararte una oposición pero aún te pueden las dudas, échale un vistazo a este artículo porque te puede ayudar a elegir.
¿Cómo elegir la oposición que estudiar?
El primer criterio que puede ayudarte a elegir la oposición a estudiar es la formación – titulación que tienes. Los funcionario se dividen en el grupo A, B y C:
- Grupo A: es requisito contar con un título universitario.
- Grupo B: es requisito contar con un título de Técnico Superior
- Grupo C: es requisito o, tener el título de bachiller o técnico, o el título de graduado escolar. Son dos categorías distintas dentro del mismo grupo.
¿Has pensado si estarías dispuesto a vivir en otra zona? La mayoría de las oposiciones son a nivel nacional, lo que implica que puedes sacar plaza en otra provincia o comunidad autónoma a la que resides habitualmente. Si no puedes moverte geográficamente, es mejor que te centres en oposiciones autonómicas u oposiciones locales para asegurarte de que no va a haber inconvenientes.
Si estás entre varias oposiciones, un punto que puede ayudarte a escoger es cuántas plazas hay disponibles y cuándo habría una nueva convocatoria. A su vez, hay algunas oposiciones -dentro de una misma área- que pueden compartir gran parte del temario, lo que también puede ser interesante para aumentar tus probabilidades de obtener plaza.
¿Qué debo saber antes de elegir una oposición?
La oposición es un proceso compuesto por una serie de exámenes -puede haber pruebas físicas, orales, escritas dominio de lenguas- que permiten acceder a un puesto de funcionario. Estos exámenes se realizan por la administración pública con el fin de encontrar los mejores candidatos para las plazas vacantes. Este proceso de selección, según el Real Decreto Legislativo 5/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público, afirma que se ha de garantizar los principios constitucionales de mérito y capacidad, transparencia, imparcialidad y publicidad de las convocatorias.
La mayoría de los opositores suelen acudir a academias para prepararse la formación y obtener todo el temario. ¿Es imprescindible? No. También hay muchísimas personas que combinan sus trabajos con el estudio, y lo hacen por libre. En cualquiera de los casos, es fundamental contar con un buen método de estudio, como puede ser el de www.gokoan.com, organizarse bien para poder llegar a tiempo al examen y contar con una buena disciplina.
Otro dato importante que has de saber antes de lanzarte a estudiar una oposición es que a veces pasan años entre una convocatoria y otra, ese tiempo puede variar en función del tipo de cargo. A su vez, verás en las noticias y en las academias que a veces el número de plazas disponibles es bajito y otras altísimo, por lo que hay más posibilidades de conseguir uno de los puestos.
Actualmente, para que te hagas una idea, las oposiciones con más plazas son: Auxiliar Administrativo del Estado con 1.111 plazas, Correos con 7.757 plazas, Auxilio Judicial con 5.294 plazas y Administrativo del Estado con 5.418 plazas.
Y también es fundamental que conozcas que no solo los exámenes te ayudan a conseguir la plaza, también hay formaciones y experiencia profesional que pueden sumar puntos a tu nota, lo que te puede ayudar a destacar o posicionarte más alto en la lista.
Por último, si no consigues plaza en dicha convocatoria pero has aprobado, pasas a formar parte de la bolsa de trabajo y pueden llamarte para hacer sustituciones en aquello que has estudiado. No es un trabajo fijo pero te ayuda a sumar puntos para conseguirlo.
¿Por qué ser funcionario (ventajas)?
Si le preguntas a un funcionario cuáles son las ventajas de su puesto o por qué ha decidido ser funcionario probablemente te diga que la estabilidad que le aporta un trabajo fijo, lo que es igual a un sueldo fijo (que suele ser un buen sueldo), lo que facilita también una garantía de solvencia frente a una hipoteca o un préstamo (por ejemplo) al igual que suelen contar con un buen horario, lo que favorece la conciliación y aprovechar más el día.