Si eres un apasionado de la música que admiras a otros que tocan o dominan el arte musical y siempre te quedas con ganas de aprender, aquí van 10 consejos para aprender música y convertirte tú mismo en miembro activo de este mundillo de músicos que disfrutan de algo tan bello y mágico. Toma nota de estas recomendaciones y ya verás que la música no es en verdad tan compleja como parece. Tiene su complejidad, pero tan solo hay que saber comprenderla.
Uno. Aprendizaje auditivo
La música exige atención plena de nuestros oídos. Hablar y escuchar son dos acciones que supuestamente todos dominamos pero en la práctica son capacidades que no todos dominamos. De hecho, hay muchas personas que no saben escuchar y pierden muchos detalles de su alrededor. Mientras que otras personas, por el contrario, tienen más facilidad para prestar atención con sus oídos y se quedan mejor con los mensajes y las lecciones que reciben de forma sonora. Si eres un estudiante auditivo, tal vez te cueste el aprendizaje visual, es decir, para ti eso de “leer” una partitura o una tablatura puede ser un lío y costarte la misma vida, pero sin embargo, si escuchas la canción, rápido te quedas con ella.
¿Quieres tocar la guitarra?
En el aprendizaje auditivo oiremos bien y atentos un mensaje, en este caso musical, e iremos organizando esa información, procesándola y memorizando antes de proceder a su lectura.
Esta capacidad de aprendizaje auditivo es deseable en un músico, aunque no siempre se da. Pero no está de sobra intentar desarrollarla mediante la práctica, pues nos vendrá bien no solo en música, sino en todas las áreas de nuestra vida.
Dos. Aprendizaje visual
A diferencia de lo que sucede en el aprendizaje auditivo, los estudiantes visuales sí son buenos leyendo partituras. Y, de hecho, necesitarán leerla y tenerla escrita antes de tocarla, porque simplemente escucharla previamente no les bastará. Como en el caso anterior, hay personas que son más visuales por naturaleza y tienen esta capacidad en detrimento de otras como la sonora que cae en importancia. Para la música, ambas capacidades son importantes y, si bien con una de ellas puede bastar, si se practican y se estimula el desarrollo de todas, mejor resultado tendremos.
Tres. Aprendizaje kinestésico
Los kinestésicos sienten. El sentido táctil es el que prevalece. Sentir el instrumento, sentir los dedos tocando las cuerdas de la guitarra, por ejemplo. Un kinestésico aprende a base de repetir muchísimo hasta el punto de que conoce el tacto de cada parte del instrumento, de cada nota, de cada acorde, cada partitura, etc. Simplemente practicando mucho se consigue despertar esta capacidad y aprender a reconocer o a tocar música mediante el tacto.
Cuatro. Aprendizaje teórico
Tocar música es fundamental para aprender música, de acuerdo. Pero también hay que estudiar teoría, ¿O qué te pensabas? Quizás no te resulte necesario a la hora de tocar, pero sí lo es cuando tienes que analizar una partitura, lo cual tendrás que hacer para conocer su estilo, sus acordes, etc.
Cinco. Equilibrio entre los sentidos
Tal vez seas muy bueno con el oído, o tengas buena capacidad de retención visual. Incluso tal vez seas simplemente magnífico en música y no te hayas parado a cuestionar cuáles son sus capacidades de aprendizaje más o menos desarrolladas. Pero también suponemos que si llegaste a este post es porque no eres un portento de la música sino que quieres aprender música y hacerlo bien. Por ello, te diremos que lo ideal es tener un equilibrio entre los sentidos y desarrollar la capacidad de escuchar la música, la habilidad de sentirla y la facilidad de leerla, al mismo tiempo que te tomes la molestia de estudiar teoría para ser un buen músico.
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Seis. Escucha muchas versiones
Un músico tiene que aprender, crecer y desarrollarse. Esto lo consigue escuchando distintas versiones de una pieza musical para obtener diferentes perspectivas y crear nuevos estilos o ir dominándolos todos ellos.
Siete. Escribe tus partituras
Aunque sea otra persona la que te ofrezca la partitura de una pieza musical, no está de más que tú mismo las transcribas de modo que te resulte más fácil aprenderla y recordarla. No hay nada de malo en tener tu partitura como auxilio, al revés, enriquece tu pieza y te da seguridad a la hora de tocar música.
Ocho. Cada vez más y mejor
Nunca se toca una pieza dos veces igual. Así que cada vez que te enfrentes al reto de tocar música, estarás creando un prodigio nuevo. No lo olvides y nunca pierdas la ilusión por seguir tocando, creando y sintiendo la música. Toca cada vez como si fuese tu primera vez, con ese respeto y pasión de quien está llevando a cabo una acción sagrada. E imponte el reto de mejorar en cada ocasión. Porque ya la toques cien veces, será como tocar cien melodías distintas.
Nueve. No tengas miedo al ridículo
La timidez es algo innato en algunos seres humanos. Pero si quieres hacer música tendrás que aparcar miedos e inseguridades y lanzarte a por ello. No temas fallar, y no caigas en la frustración si el resultado que te sale no es el que tú ibas buscando. De igual modo puedes estar creando una composición preciosa o tocando una música celestial. Así que simplemente ponte a ello y disfruta del momento dando rienda suelta a tu pasión musical.
Diez. Enamórate de tu instrumento
Hay muchos instrumentos musicales y tienes que tener claro cuál de ellos es el que tú quieres. No te decantes por el más fácil o por el que todo el mundo toca, ni tampoco te dejes llevar por modas. Elige el que más te haga sentir. Pero eso sí, ten en cuenta y toma consciencia de la complejidad del instrumento en cuestión para que no te canses ni te aburras de él o lo dejes tirado si la cosa se pone difícil.
Con estos 10 consejos para aprender música confiamos en que te sientas más preparado para sumegirte en el mundo de la música y empezar a dar tus primeros pasos.
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